
Cinco en la habitación, rodeados de húmedas paredes de madera, desde acá veo el humo de drogas varias, mientras percibo el olor a alcoholes derramados a mi costado.
De pronto se acaba la calma, paso de mano en mano, hacen girar mi centro donde a pesar de tener capacidad para cinco, esta vez tengo solo una.
Primero me toma un tal Feña me mira con desprecio estoy en su sien, me aprieta....se salva, siempre lo supo.
El segundo cuyo nombre no recuerdo me observa con mayor temor, seguro no quiere morir, se demora, tiembla, se despide, aprieta...
Alvarock
4 comentarios:
brrr...la adrenalina es una droga poderosa y adictiva...sabe que aca' el calculo de las posibilidades pertenece a la matematica de la suerte sin oportunidad de retroceso alernativo o corecciones...
Buen relato.
Un abrazo
pluuummmh!
Será el destino el que pone los límites temporales? Era su hora...
Saludos,
FLICKA
mierda!!! asi como asi...
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