Con asombro casi nulo
veo los efectos publicitarios.
Mentes manejadas hacia lo correcto
según sea conveniente.
Estoy envuelto en tan inútil pensamiento
cuando un tímido gato golpea mi ventana
Me mira fijamente como queriendo responder
mis más profundas dudas,
sin embargo, no lo hace y solo sigue su camino
lanzándome una que otra mirada
desconfiada mientras se aleja perdiéndose
en los tejados.
Intento recordar que estaba pensando
Pero no lo logro
Debe haber sido algo simple,
algo sin importancia
Finalmente, decido tomar la misma actitud de tan noble gato
Miro al horizonte y continuo mi camino
Pero claro, sin mirar atrás.
Alvarock
viernes, agosto 25, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
me gustan los gatos...casi nunca miran para atrás
Ojala yo pudiera no mirar atras.
Saludos... me gusto tu log....
Cuando uno es joven, mirar hacia atrás es perder el tiempo,y este ha de ocuparse en seguir mirando, pero, ver lo que se mira
Cuando los años pasan , son los recuerdos los que nos mantienen vivos y al mas leve atizbo de repetir experiencias recuperamos las fuerzas y saltamos...para volver la cabeza desde lejos.
Cual gato al acecho...
Publicar un comentario