
Sintiendo el humo, los restos de la batalla en el rostro
Entre saltos y esquirlas,
me detengo.
Escucho en mis entrañas
el sonido sordo de una guitarra
mientras frente a mi un tipo muere
producto de las ráfagas de metralla.
Como llegue acá es una larga historia
de esas ingenuas con hadas y demonios.
Me despidieron multitudes
como abandonando a un héroe.
Mis mujeres lloraron,
mis hombres se enorgullecieron.
Para arrepentimientos, ya es muy tarde
Para la muerte, se viene la mejor parte.
Con el casco entre las piernas
Con mis sueños en tinieblas
Transpirando sangre helada,
la mezcla de mis venas.
Tras la hierva apunte el destino
apreté los dientes con destreza
dispare vómitos de fuego
Mis llamas, se clavaron en el torrente de tu vida
apagándote, congelándote para siempre
Como nunca
La caída eterna...
Hoy escribo con litros de sangre
la mía y la de otros
No estoy vivo, tampoco muerto
me estoy quemando lento
en este infierno.
Como por arte de magia
el grito de un hombre
enloquece los violines
transforma mis símbolos
en solo letras ilegibles.
Sale el sol, allá, al final de las montañas
al otro lado de mis rebeldes fronteras
Frente a mi, una pesadilla indómita se arrodilla
no hay perdón soy tirano ante mis penas.
Alvarock
1 comentario:
Me recuerda el sonido de un rock, pero un rock pesado pesado, como el argumento de tu tema
Intento ubicar a una patria que despide hombres que no tendrán regreso.
Ojala nunca estés en una guerra, ni siquiera en la guerra diaria por la sobrevivencia
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